13.1.05

Martin Luther King, ensayo de Daisaku Ikeda

DIARIO ARGENTINA SEIKYO (1/5/02)

Tengo un sueño Por Daisaku Ikeda

Un ensayo sobre la pasión y los ideales.
A 34 años de su muerte, las cualidades de Martin Luther King (h) siguen inspirando la lucha por una sociedad igualitaria.

Martin Luther King


Cambiar el sentido común:
A pocos días de haberse conmemorado el 34º aniversario de la muerte de Martin Luther King (hijo) (ocurrida el 4 de abril de 1968), Argentina Seikyo presenta una recopilación de dos ensayos del Presidente de la SGI, en donde analiza las cualidades que convirtieron a este líder del movimiento por los derechos de los afroamericanos en una fuente de inspiración para toda raza oprimida.


(Extractado de los discursos dado el 7 de septiembre de 2000 y el 3 de marzo de 2002.).
Hoy, me gustaría hablar sobre el doctor Martin Luther King (1929-1968), un hombre realmente monumental, clérigo de oficio y líder central del movimiento norteamericano por los derechos civiles, profundamente comprometido con la resistencia no violenta. Fue asesinado a los 39 años, en plena lucha por los derechos humanos [un 4 de abril de 1968]. Héroe genuino, el doctor King inspiró a millones de personas con su potente oratoria, y hasta el día de hoy sigue siendo una figura venerada y respetada en los Estados Unidos.
Nadie es tan valiente como una persona de verdaderas convicciones religiosas. Los líderes huecos y vanidosos sólo fingen valentía para vender una imagen.

El movimiento norteamericano por los derechos civiles fue la contienda que tuvo lugar en los años cincuenta y sesenta para poner fin a la discriminación contra los afro-americanos y conquistar en bien de esta minoría los derechos garantizados por la Constitución de su país. Como resultado de esa lucha, en 1964 se promulgó el Acta de Derechos Civiles; el doctor King, líder de ese movimiento de bases no violentas, obtuvo al año siguiente el Premio Nobel de la Paz por esa conquista histórica.

El movimiento del doctor King por los derechos humanos se basó en sus creencias religiosas. La religión constituye un cimiento para que la gente construya su vida. Cuando el pueblo posee una firme base interior de fe humanística, comienzan a cumplir su propósito más digno y elevado todas las demás ramas del quehacer humano: la economía, la filosofía, la educación y el gobierno. Por eso, un movimiento religioso humanístico necesariamente ha de estar dedicado a mejorar la sociedad y a concretar la paz para toda la humanidad. Con esta convicción, los miembros de la SGI hemos desarrollado nuestra actividad en bien de la paz, la cultura y la educación, basados en el Budismo.

Actualmente la SGI, en cooperación con varias entidades, está auspiciando muestras que dan a conocer a la opinión pública de varias ciudades del mundo la lucha no violenta y pacifista del doctor King.
En los Estados Unidos, la SGI-USA y la Capilla Internacional Martin Luther King de la Universidad Morehouse están auspiciando conjuntamente la muestra itinerante “Gandhi, King e Ikeda: Un legado para la Paz”. El mes pasado, abrió sus puertas en Canadá otra edición de la muestra, que ilustra las actividades no violentas del Mahatma Gandhi, el doctor King y el presidente Ikeda. En Italia y en Suiza, también se han ofrecido muestras similares, sobre la vida y los logros de estos tres paladines de la paz, que tuvieron una excelente repercusión de público en diversas localidades.

La noche siempre desemboca en la aurora:
El doctor King tenía una firme fe en el futuro. Declaró: “El amanecer llegará. El desencanto, la congoja y la desesperación nacen a la medianoche, pero después, ceden con la llegada del alba”.
No nos dejemos derrotar por las dificultades. Por dura y penosa que sea nuestra situación en el presente, sin falta llegará el amanecer. “La noche siempre desemboca en la aurora”, como decía el escritor japonés Eiji Yoshikawa.

El doctor King insistía: “La peor tragedia de este mundo es saber lo que está bien y no hacerlo”. ¡Hacer lo que está bien! Lo trágico es no hacerlo... Este era el mensaje del doctor King. En medio de las peores tormentas de hostilidad, su clamor era pura bravura: “La medida suprema para evaluar a un ser humano no es la posición que adopta en horas de conveniencia y comodidad, sino el lugar que elige ocupar en momentos de desafío y de controversia”.

Como miembros de la SGI, nuestro verdadero valor como seres humanos resplandece cuando tratamos de comunicar a los demás el Budismo mediante el diálogo franco y honesto, un diálogo en el cual nos esforzamos por guiar a la gente hacia el auto-conocimiento real, estimularla a comprender la verdad de la vida y a discernir la mejor manera de vivir.

El doctor King decía: “No nos preguntarán cuántos títulos académicos hemos obtenido ni cuánta fortuna amasamos, sino cuánto hicimos en bien de los demás”. Lo que importa es de qué manera contribuimos con los semejantes.

“Tengo un sueño”:
El doctor King pronunció su discurso conmovedor en la marcha por los derechos civiles, que se realizó en Washington D.C. el 28 de agosto de 1963, cien años después de la Proclama de Emancipación de Abraham Lincoln que liberó a los esclavos. En los peldaños que conducen al Lincoln Memorial, ante una multitud de casi trescientas mil personas, el doctor King pronunció sus famosas palabras: “¡Tengo un sueño!”. Así rugió un león de treinta y cuatro años... Hablar con pasión y luchar enérgicamente contra la injusticia es un emblema de la juventud. Nosotros, en la SGI, también tenemos un sueño: el sueño del kosen-rufu.

En su alocución, el doctor King dijo: “Hoy quiero decirles, amigos míos, que a pesar de las dificultades y frustraciones del momento actual, sigo teniendo un sueño. [...] Sueño con que, un día, esta nación se ponga de pie y viva fiel al verdadero significado de su credo: ‘Creemos que estas verdades son axiomáticas, y que todos los hombres son creados iguales”.

El doctor King consagró su vida a este noble sueño, y murió como un mártir, fiel a su causa.
Este edificio en el que estamos hoy, el Centro en Memoria del Presidente Makiguchi, está dedicado a la memoria del fundador y primer presidente de la Soka Gakkai, Tsunesaburo Makiguchi, un hombre que, al igual que el doctor King, abrigó un sueño de paz y de justicia, y murió en la cárcel por sus convicciones. El presidente Makiguchi, arrastrado a la muerte por las fuerzas insanas del nacionalismo, fue uno de los más grandes pensadores de este siglo, una persona de la cual todo el Japón debería sentirse orgulloso.

Ir al lugar más difícil:
El movimiento del doctor King enfrentó muchos peligros y obstáculos; también hubo momentos en que se vio obligado a soportar amargos reveses. Pero en cada oportunidad, el doctor King salió a actuar con bravura y lanzó una vigorosa ofensiva para superar la adversidad.

La práctica que distingue a los líderes auténticamente brillantes es salir a luchar con determinación mucho más intensa cuando las cosas pasan por su peor momento.
Muy a menudo, la derrota vuelve cobarde a las personas y las lleva a formular quejas y reclamos. Pero, en realidad, las complicaciones y reveses son una estupenda oportunidad para convertir el veneno en medicina. El doctor King llevó su movimiento a Birmingham, Alabama, una zona tremendamente afectada por la discriminación racial. Creía que una victoria en el lugar más difícil podía cambiar el rumbo de los acontecimientos y convertirse en fuerza motriz para definir la victoria total en la lucha por la libertad y la justicia.

Ir al lugar más difícil... Aquí está la clave. Es común que las personas piensen en irse cuando surgen los problemas y la situación se torna mucho más exigida. Pero un líder de primer calibre busca, deliberadamente, ir a los lugares donde aguardan los desafíos más duros. Este es el emblema que distingue a las grandes personas. El doctor King demostró este espíritu con su propia vida. Y en esto veo su fortaleza.
Yo también he salido a buscar los desafíos más crudos, y por eso pude triunfar en cada oportunidad. Esto es válido en cualquier contienda. Desde que asumí la presidencia de la Soka Gakkai, oré sin cesar para poder proteger correctamente la organización que fundaron los presidentes Makiguchi y Toda, y oré para enfrentar cualquier persecución yo solo, sin que nadie más tuviera que sufrir.

El aliento persona a persona:
El doctor King resolvió expandir su movimiento en el sitio más inhóspito y crear un impulso poderoso como una tormenta arrasadora. Para eso, él mismo marchó al frente, él mismo fue de un lado al otro, él mismo salió a dialogar con pequeños grupos y con personas de todos los sectores. Es un punto que espero puedan grabar en su corazón.

Si se limitan a participar en las reuniones multitudinarias, nunca podrán conocer a los concurrentes en forma personal. Así es imposible comunicarse de vida a vida. Las reuniones pequeñas revisten una gran importancia: una solidaridad profunda y poderosa sólo se construye a partir del diálogo individual. A cada lugar donde iba, el doctor King recibía una respuesta fría e intransigente. Pero nada lo detuvo: fue un hombre sabio y de notable grandeza. En su pecho ardía un apasionado espíritu de lucha. Estaba decidido a insuflar entusiasmo y compromiso en aquellos que habían abandonado la lucha, y a unirlos a todos hasta crear una poderosa fuerza orientada a la justicia. Dialogaba sin descanso con la gente, debatía con franqueza cualquier tema que se le presentaba, hasta llegar a la raíz. Siempre era cortés y cordial, y, por sobre todas las cosas, sincero en su relación con los demás. Los líderes deben hablar con claridad. De nada sirve hacer declaraciones ambiguas que fomenten la confusión o conduzcan a un entendimiento errado. Es importante que los responsables perciban la esencia de los problemas, identifiquen claramente lo que preocupa a la gente y, luego, tracen un plan concreto de acción.

El movimiento unido que gestó el doctor King creció con la fuerza de un torrente, hasta que logró el apoyo de millones de ciudadanos y se tradujo en una victoria irrefrenable. El doctor King vivió con la convicción inamovible de que el universo se pone del lado de la verdad y la justicia. ¡Tengamos nosotros esta misma convicción! ¡Avancemos para crear un movimiento que goce del apoyo del universo entero, y logremos un triunfo resonante en todas nuestras metas!


Notas:
1- KING, Martin Luther: “A Knock at Midnight” (Un golpe a medianoche), en Strength to Love (La fortaleza de amar), Philadelphia, Fortress Press, 1963, pág. 68.
2- SHUKER, Nancy: Martin Luther King, Nueva York, Chelsea House Publishers, 1985, n.p.
3- KING, Martin Luther (h): “On Being a Good Neighbor” (Sobre la buena vecindad), en Strength to Love (La fortaleza de amar), Philadelphia, Fortress Press, 1963, pág. 35.
4- KING, Martin Luther King (h): “Three Dimensions of a Complete Life” (Las tres dimensiones de una vida completa), en Strength to Love (La fortaleza de amar), Nueva York, Harper & Row, Publishers, 1963, pág. 72. 5- KING, Martin Luther (h): “I Have a Dream” (Tengo un sueño), en The Penguin Book of Twentieth-Century Speeches (El libro Penguin de los discursos del siglo XX), edit. en inglés por Brian MacArthur, Penguin Books, Londres, 1993, págs. 333–34.

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